viernes, 6 de septiembre de 2013

"Porno", de Irvine Welsh.

Irvine Wesh, escritor escocés altavoz de los barrios bajos y con un estilo acelerado y transgresor, con un alto porcentaje de palabras malsonantes y personajes marginados es toda una celebridad en su país.

Su primer libro, según sus propias palabras, es el más robado de las estanterías de las bibliotecas del Reino Unido.

Tras la obra con la que  irrumpió en el panorama literario vinieron unas cuantas con mayor o menor éxito, aunque siempre coqueteando con los personajes marginales y políticamente incorrectos, aficionados al fútbol y habituales consumidores de todo tipo de drogas (entre ellos cabe destacar “Éxtasis” y “Escoria”).

Volviendo al tema de su primer libro, se realizó una adaptación cinematográfica estrenada en 1996 y que logró un éxito notable, convirtiéndose en un filme de culto y una de las más recordadas de la década. Se trata de “Trainspotting”.


El libro del que nos ocupamos hoy, “Porno”, es la continuación de “Trainspotting”, escrito unos años después del primero (2002) y cuya trama transcurre diez años después de aquélla.

Sick Boy es el protagonista principal de la nueva entrega. Es un personaje con el que es difícil conectar, egoísta y egocéntrico, carente de cualquier tipo de escrúpulo,  aunque es capaz de sacarnos un buen número de sonrisas. Con las expectativas en franca decadencia, malvive en Londres coqueteando con el tráfico de drogas y el proxenetismo. Tras una mala racha, decide volver a Edimburgo a encargarse del pub de su tía, y en él se convertirá en un imán de personajes de escasa reputación.

Además, empezará a flirtear con el mundo del porno amateur, y avanzará en el proyecto de realizar una película pornográfica en su propio local, con personajes de su entorno, entre ellos la estudiante Nikki, que se convierte en parte de la narración.

Además de Sick Boy y del nuevo personaje Nikki, tendremos noticias del resto de los protagonistas de “Trainspotting”:

-Spud sigue siendo, diez años después, el mismo yonki con buen corazón cuyas múltiples adicciones lo convierten en alguien capaz de exprimir a todos los que tienen relación con él.  

-Begbie termina su condena en la cárcel tras diez años, y, lejos de calmar su agresividad y su actitud paranoica, la prisión no hizo sino multiplicarlas, saliendo a relucir en cada vez mayor proporción .

-Renton vive alejado de Edimburgo, una vez logrado su objetivo de alejarse de sus adicciones, aunque avergonzado por haberse quedado con el botín y haber traicionado a sus antiguos compañeros de fechorías.

Todo ello nos trae una novela ágil, desvergonzada, divertida, una historia digna sucesora de la antigua, y que, gracias a la mayor experiencia de Welsh, en ocasiones supera al original. Los lectores que disfrutaron de “Trainspotting” disfrutarán tanto o más de “Porno”.

Lenguaje soez y callejero (gran trabajo del traductor con sus explicaciones de expresiones intraducibles), personajes despreciables, descripciones explícitas de la ingesta de diferentes drogas y con todavía más detalle de diferentes actos sexuales conviven con filosofías de bar y discusiones inverosímiles e hilarantes que, tengo que decirlo, me recuerdan en ocasiones a las que incorpora el cineasta Quentin Tarantino en los diálogos de sus películas.


Tras varios intentos pasados, parece ser que “Porno” va a convertirse en película, con el mismo equipo que “Trainspotting”, el director Danny Boyle y los mismos actores, con la intención de ser estrenada en el vigésimo aniversario del estreno de la primera, allá por el 2016. Tras haber disfrutado enormemente con “Trainspotting” tanto en papel como en celuloide, y de “Porno” en papel, será un estreno que seguiré con interés y que a buen seguro me sacará algunas carcajadas.